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El desarrollo sostenible es un concepto que existe desde hace décadas y ha pasado por muchas iteraciones. Puede definirse como "el proceso de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades".
Esta definición engloba tres componentes principales 1) crecimiento económico sostenible, 2) protección del medio ambiente y 3) inclusión social.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Las Naciones Unidas han desarrollado 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que pretenden guiar el desarrollo global durante los próximos 15 años. Los objetivos abarcan un amplio abanico de temas y ámbitos, como la educación, la sanidad y la igualdad de género.
El primer objetivo es erradicar la pobreza extrema para 2030; esto significa reducir a la mitad el número de personas que viven con menos de 1,25 dólares al día con respecto a los niveles de 2015. Esto se logrará a través de políticas que promuevan el crecimiento económico sostenible y creen puestos de trabajo para aquellos que antes estaban desempleados o subempleados en las zonas rurales donde viven con sus familias, al tiempo que les proporcionan acceso a servicios básicos como agua potable o instalaciones de saneamiento para que no tengan que caminar largas distancias todos los días sólo porque no hay cerca de su lugar de residencia ¡donde también viven con sus familiares!
Ejemplos de desarrollo sostenible
Explorar el uso de fuentes de energía renovables.
Hablar de prácticas agrícolas sostenibles.
Examinar las ventajas de la construcción ecológica.
El impacto del desarrollo sostenible
El desarrollo sostenible es un concepto que existe desde la década de 1960, pero que no se ha popularizado hasta hace poco. El término se refiere a la idea de que podemos utilizar nuestros recursos de forma que nos permitan seguir utilizándolos en el futuro. En otras palabras, desarrollo sostenible significa hacer las cosas de modo que no desaparezcan ni se agoten.
Lo más importante del desarrollo sostenible es entender cómo te afecta a ti y a tu comunidad, y asegurarte de que haces lo mejor para ti y para los que te rodean.
Los retos del desarrollo sostenible
Los retos del desarrollo sostenible son muchos. El primero es examinar los retos políticos del desarrollo sostenible. Hay muchos enfoques diferentes para aplicar el desarrollo sostenible, pero ninguno es perfecto para todos los países y culturas. Esto significa que habrá desacuerdos sobre qué métodos deben utilizarse en cada país, y esto puede provocar conflictos entre grupos que apoyan diferentes métodos de aplicación.
Otro reto proviene de las cuestiones financieras, como la financiación y los costes asociados a la implantación de nuevas tecnologías o proyectos de infraestructuras necesarios para lograr una economía más respetuosa con el medio ambiente (como las fuentes de energía renovables). También puede ser difícil encontrar dinero suficiente para estos proyectos porque algunas personas no quieren que les suban los impuestos para pagarlos; e incluso si están de acuerdo con que les suban los impuestos a ellos personalmente, puede que piensen que no merece la pena pagar más si no ven beneficios inmediatos de esas inversiones (como un aire más limpio).
Los beneficios del desarrollo sostenible
El desarrollo sostenible es un concepto que existe desde hace tiempo, pero que mucha gente no acaba de entender. Si quieres saber más sobre el desarrollo sostenible y cómo puede beneficiarte a ti y a tu comunidad, este artículo te ayudará a comprender mejor el tema.
En concreto, analizaremos los beneficios económicos del desarrollo sostenible y otras formas en las que puede influir positivamente en nuestras vidas.
El papel de las empresas en el desarrollo sostenible
Las empresas desempeñan un papel clave en el desarrollo sostenible. A menudo son las impulsoras del crecimiento económico y proporcionan empleo y oportunidades a personas de todo el mundo. Las empresas también tienen acceso a nuevas tecnologías que pueden ayudarnos a cumplir nuestros objetivos medioambientales.
Sin embargo, las empresas se enfrentan a muchos retos a la hora de aplicar prácticas sostenibles. Por ejemplo:
El coste de las fuentes de energía renovables, como la energía solar, sigue siendo más elevado que el de los combustibles fósiles, como el petróleo o el carbón (al menos ahora mismo). Esto dificulta que las empresas que dependen de actividades que consumen mucha energía, como la fabricación o la minería, abandonen por completo los combustibles tradicionales porque no quieren que sus costes aumenten demasiado.
Muchos consumidores prefieren los productos fabricados con recursos no renovables, como el plástico, a los fabricados con materiales biodegradables, como la pulpa de madera o el tejido de algodón, porque son más baratos; y aunque este tipo de productos son perjudiciales para el medio ambiente a largo plazo, mucha gente no se preocupa por este tema hasta que se produce una situación de emergencia en la que alguien necesita ayuda para limpiar toda su basura.
El papel de los gobiernos en el desarrollo sostenible
El papel de los gobiernos en el desarrollo sostenible es importante, pero puede resultar difícil aplicar políticas sostenibles.
Por ejemplo, muchos gobiernos han promulgado leyes que obligan a las empresas a reducir sus emisiones de carbono. Estas leyes pretenden ayudar al medio ambiente reduciendo la cantidad de contaminación que se libera en el aire y el agua. Sin embargo, estas normativas pueden ser más perjudiciales que beneficiosas si no se aplican correctamente o si no tienen en cuenta todos los factores que intervienen en la producción de bienes o servicios (como el transporte).
Para que cualquier política sea realmente eficaz en la consecución de sus objetivos -ya sea proteger nuestros recursos naturales o mejorar la salud pública- debe tener en cuenta todos los aspectos de la vida dentro de una comunidad concreta para que nadie se quede atrás durante su aplicación.
El papel de las personas en el desarrollo sostenible
El desarrollo sostenible es un proceso cuyo objetivo es garantizar que se satisfagan las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. Esto puede lograrse reduciendo nuestro impacto medioambiental y aumentando nuestra responsabilidad social. El papel de los individuos en el desarrollo sostenible es importante porque pueden hacer cambios a nivel individual que repercutirán en el conjunto de la sociedad.
Los individuos pueden desempeñar un papel activo en la aplicación de prácticas sostenibles como el reciclaje, el uso del transporte público o la compra de productos locales. Al adoptar estas prácticas, los individuos reducen su huella de carbono y contribuyen a reducir los niveles de contaminación en sus comunidades (por ejemplo, menos congestión del tráfico). Además, ayudan a crear puestos de trabajo para la población local, lo que contribuye a impulsar el crecimiento económico en las zonas en las que operan estas empresas; esto ayuda a reducir los niveles de pobreza en los países en desarrollo, que a menudo están asociados con altas tasas de desempleo causadas por procesos de globalización como la subcontratación de trabajos de fabricación en el extranjero, donde los costes laborales tienden no sólo a ser más baratos, sino también a estar menos regulados que aquí en casa.
Conclusión
El desarrollo sostenible es una cuestión global que requiere la cooperación de todas las personas. Los individuos, las empresas y los gobiernos deben trabajar juntos para hacer realidad el desarrollo sostenible.
Para alcanzar este objetivo, cada persona debe poner de su parte introduciendo pequeños cambios en su vida cotidiana que conduzcan a un futuro más sostenible. Por ejemplo: puedes utilizar bolsas de la compra reutilizables en lugar de bolsas de plástico en el supermercado; puedes ir en bicicleta en lugar de conducir tu coche cuando sea posible; o quizás incluso apagar las luces cuando salgas de habitaciones donde no se necesiten (¡así se ahorra energía!). Estos son sólo algunos ejemplos, pero hay muchas más maneras de ayudar a marcar la diferencia.
Si todo el mundo pone de su parte haciendo pequeños cambios como estos, podremos crear un futuro mejor para nosotros y nuestros hijos, uno en el que no tengamos que preocuparnos de que se agoten los recursos o de dañar el medio ambiente con la contaminación, porque todo se ha cuidado adecuadamente de antemano para que no ocurra nada malo más adelante debido a la negligencia de los propios seres humanos, que se suponía que eran los responsables de la contaminación.
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